lunes, 9 de febrero de 2009

Sobre la melancolía de no morir


Muerte, ven a mi...
te he llorado sobre la herrumbre del atardecer
hasta besar de tierra tus pies revestidos de dolor,
lo sé...

Ha de ser cansado andar sobre los prados de la cordura
en los que el vaivén del girasol se hace pesado a la frágil vaina,
pero ten compasión de esta noche sin luna...

Me canse de ser yo
porque las calles me han cerrado el paso
al ardor del delirio sensorial
ya no puedo ver el mundo a la sombra del sol.

Me canse de ser tu amante,
quiero ser tu eterno amor.

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